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jueves, 13 de enero de 2011

Lo que esperamos

Lo que esperamos

Tardará, tardará.

Ya sé que todavía
los émbolos,
la usura,
el sudor,
las bobinas
seguirán produciendo,
al por mayor,
en serie,
iniquidad,
ayuno,
rencor,
desesperanza;
para que las lombrices con huecos portasenos,
las vacas de embajada,
los viejos paquidermos de esfínteres crinudos,
se sacien de adulterios,
de hastío,
de diamantes,
de caviar,
de remedios.

Ya sé que todavía pasarán muchos años
para que estos crustáceos
del asfalto
y la mugre
se limpien la cabeza,
se alejen de la envidia,
no idolatren la saña,
no adoren la impostura,
y abandonen su costra
de opresión,
de ceguera,
de mezquindad.
de bosta.

Pero, quizás, un día,
antes de que la tierra se canse de atraernos
y brindarnos su seno,
el cerebro les sirva para sentirse humanos,
ser hombres,
ser mujeres,
-no cajas de caudales,
ni perchas desoladas-,
someter a las ruedas,
impedir que nos maten,
comprobar que la vida se arranca y despedaza
los chalecos de fuerza de todos los sistemas;
y descubrir, de nuevo, que todas las riquezas
se encuentran en nosotros y no bajo la tierra.

Y entonces...
¡Ah!, ese día
abriremos los brazos
sin temer que el instinto nos muerda los garrones,
ni recelar de todo,
hasta de nuestra sombra;
y seremos capaces de acercarnos al pasto,
a la noche,
a los ríos,
sin rubor,
mansamente,
con las pupilas claras,
con las manos tranquilas;
y usaremos palabras sustanciosas,
auténticas;
no como esos vocablos erizados de inquina
que babean las hienas al instarnos al odio,
ni aquellos que se asfixian
en estrofas de almíbar
y fustigada clara de huevo corrompido;
sino palabras simples,
de arroyo,
de raíces,
que en vez de separarnos
nos acerquen un poco;
o mejor todavía
guardaremos silencio
para tomar el pulso a todo lo que existe
y vivir el milagro de cuanto nos rodea,
mientras alguien nos diga,
con una voz de roble,
lo que desde hace siglos
esperamos en vano.

domingo, 9 de enero de 2011

Cosmos - Kosmos

Quién contiene a la diversidad y es la Naturaleza

Quién es la amplitud de la tierra y la rudeza y sexualidad de la tierra
y la gran caridad de la tierra, y también el equilibrio

Quién no ha dirigido en vano su mirada por las ventanas de los ojos
o cuyo cerebro no ha dado en vano audiencia a sus mensajeros

Quién contiene a los creyentes y a los incrédulos, quién es el amante más majestuoso

Quién, hombre o mujer, posee debidamente su trinidad de realismo
de espiritualidad y de lo estético o intelectual

Quién después de haber considerado su cuerpo
encuentra que todos sus órganos y sus partes son buenos

Quién, hombre o mujer, con la teoría de la tierra y de su cuerpo
comprende por sutiles analogías todas las otras teorías
la teoría de una ciudad, de un poema
y de la vasta política de los Estados

Quién cree no sólo en nuestro globo con su sol y su luna
sino en los otros globos con sus soles y sus lunas

Quién hombre o mujer, al construir su casa
no para un día sino para la eternidad
ve a las razas, épocas, efemérides, generaciones.
El pasado, el futuro, morar allí, como el espacio
indisolublemente juntos.

╬═♥╬
╬♥═╬
╬═♥╬
´¨♥´¨)·.¸¸.·´¯`·.¸¸.(´¨♥´¨`*•> - Kosmos

Who includes diversity and is Nature,

Who is the amplitude of the earth, and the coarseness and sexuality of
the earth, and the great charity of the earth, and the equilibrium
also,

Who has not look’d forth from the windows the eyes for nothing,
or whose brain held audience with messengers for nothing,

Who contains believers and disbelievers, who is the most majestic lover,

Who holds duly his or her triune proportion of realism,
spiritualism, and of the aesthetic or intellectual,

Who having consider’d the body finds all its organs and parts good,

Who, out of the theory of the earth and of his or her body
understands by subtle analogies all other theories,
The theory of a city, a poem, and of the large politics of these States;

Who believes not only in our globe with its sun and moon, but in
other globes with their suns and moons,

Who, constructing the house of himself or herself, not for a day
but for all time, sees races, eras, dates, generations,
The past, the future, dwelling there, like space, inseparable together.

jueves, 6 de enero de 2011

Que son años? What Are Years?

¿Qué es nuestra inocencia,
qué es nuestra culpa? Todos estamos
desnudos, nadie está a salvo. Y de dónde viene
el coraje: la pregunta sin contestar,
la duda firme,-
que llama muda, oye sorda- eso que
en la desdicha, incluso la muerte
incentiva a otros
y en su derrota empuja

al alma a ser fuerte? lejos
ve y es feliz aquél que
accede a lo mortal
y en su prisión se levanta
sobre sí como
el mar en un abismo, en lucha por ser
libre y sin lograrlo,
en el acto de rendirse
logra su continuidad.

Entonces quien fuertemente siente,
se comporta. El mismo pájaro,
creciendo al cantar, acoraza
en su forma, se endereza. Aunque está cautivo,
su canto poderoso
dice, la satisfacción es algo
humilde, qué cosa pura es la dicha.
Es esto ser mortal,
esto la eternidad.



What Are Years?

What is our innocence,
what is our guilt? All are
naked, none is safe. And whence
is courage: the unanswered question,
the resolute doubt, -
dumbly calling, deafly listening-that
in misfortune, even death,
encourage others
and in it's defeat, stirs

the soul to be strong? He
sees deep and is glad, who
accededs to mortality
and in his imprisonment rises
upon himself as
the sea in a chasm, struggling to be
free and unable to be,
in its surrendering
finds its continuing.

So he who strongly feels,
behaves. The very bird,
grown taller as he sings, steels
his form straight up. Though he is captive,
his mighty singing
says, satisfaction is a lowly
thing, how pure a thing is joy.
This is mortality,
this is eternity.

Oda a las Cosas

Amo las cosas loca,
locamente.
Me gustan las tenazas,
las tijeras,
adoro
las tazas,
las argollas,
las soperas,
sin hablar, por supuesto,
del sombrero.

Amo
todas las cosas,
no sólo
las supremas,
sino
las
infinitamente
chicas,
el dedal,
las espuelas,
los platos,
los floreros.

Ay, alma mía,
hermoso es el planeta,
lleno
de pipas
por la mano
conducidas
en el humo,
de llaves,
de saleros,
en fin,
todo
lo que se hizo
por la mano del hombre, toda cosa;
las curvas del zapato,
el tejido,
el nuevo nacimiento
del oro
sin la sangre,
los anteojos,
los clavos,
las escobas,
los relojes, las brújulas,
las monedas, la suave
suavidad de las sillas.

Ay cuántas
cosas
puras
ha construido
el hombre:
de lana,
de madera,
de cristal,
de cordeles,
mesas
maravillosas,
navíos, escaleras.

Amo
todas
las cosas,
un porque sean
ardientes
o fragantes,
sino porque
no sé,
porque
este océano es el tuyo,
es el mío:
los botones,
las ruedas,
los pequeños
tesoros
olvidados,
los abanicos en
cuyos plumajes
desvaneció el amor
sus azahares,
las copas, los cuchillos,
las tijeras,
todo tiene
en el mango, en el contorno,
la huella
de unos dedos,
de una remota mano
perdida
en lo más olvidado del olvido.

Yo voy por casas,
calles,
ascensores,
tocando cosas,
divisando objetos
que en secreto ambiciono:
uno porque repica,
otro porque
es tan suave
como la suavidad de una cadera,
otro por su color de agua profunda,
otro por su espesor de terciopelo.

Oh río
irrevocable
de las cosas,
no se dirá
que sólo
amé
los peces,
o las plantas de selva y de pradera,
que no sólo
amé
lo que salta, sube, sobrevive, suspira.
No es verdad:
muchas cosas
me lo dijeron todo.
No sólo me tocaron
o las tocó mi mano,
sino que acompañaron
de tal modo
mi existencia
que conmigo existieron
y fueron para mí tan existentes
que vivieron conmigo media vida
y morirán conmigo media muerte.

domingo, 2 de enero de 2011

Tiempos modernos

Comer de prisa
correr de tanta prisa
"pasar" por todo.
Con susto, volando
no te conozco
no me conoces.
Todos juntos,
hablando, gesticulando.
Hablando, gritando.
No te veo,
no me ves.
Soledad colectiva
"fuerte ansiedad"
Ritmo frenético.
La ciudad corre
el tiempo vuela.
Autos a 200 por hora,
sandwiches rápidos.
Moteles para rápidos amores.
Viajes cortos,
dinero corto.
No tengo tiempo para seducir.
Entonces, ¿Quién soy?

La Canción Desesperada



Emerge tu recuerdo de la noche en que estoy.
El río anuda al mar su lamento obstinado.

Abandonado como los muelles en el alba.
Es la hora de partir, oh abandonado!

Sobre mi corazón llueven frías corolas.
Oh sentina de escombros, feroz cueva de náufragos!

En ti se acumularon las guerras y los vuelos.
De ti alzaron las alas los pájaros del canto.

Todo te lo tragaste,
como la lejanía.
Como el mar,
como el tiempo.
Todo en ti fue naufragio !

Era la alegre hora del asalto y el beso.
La hora del estupor que ardía como un faro.
Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego,
turbia embriaguez de amor,
todo en ti fue naufragio!

En la infancia de niebla mi alma alada y herida.
Descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!

Te ceñiste al dolor,
te agarraste al deseo.
Te tumbó la tristeza,
todo en ti fue naufragio!

Hice retroceder la muralla de sombra.
anduve más allá del deseo y del acto.

Oh carne, carne mía, mujer que amé y perdí,
a ti en esta hora húmeda, evoco y hago canto.

Como un vaso albergaste la infinita ternura,
y el infinito olvido te trizó como a un vaso.

Era la negra, negra soledad de las islas,
y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos.

Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta.
Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro.

Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme
en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos!

Mi deseo de ti fue el más terrible y corto,
el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido.

Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas,
aún los racimos arden picoteados de pájaros.
Oh la boca mordida,
oh los besados miembros,
oh los hambrientos dientes,
oh los cuerpos trenzados.
Oh la cópula loca de esperanza y esfuerzo
en que nos anudamos y nos desesperamos.

Y la ternura, leve como el agua y la harina.
Y la palabra apenas comenzada en los labios.

Ese fue mi destino
y en él viajó mi anhelo,
y en el cayó mi anhelo,
todo en ti fue naufragio!

Oh sentina de escombros, en ti todo caía,
qué dolor no exprimiste, qué olas no te ahogaron.

De tumbo en tumbo aún llameaste y cantaste
de pie como un marino en la proa de un barco.

Aún floreciste en cantos,
aún rompiste en corrientes.
Oh sentina de escombros, pozo abierto y amargo.
Pálido buzo ciego, desventurado hondero,
descubridor perdido,
todo en ti fue naufragio!

Es la hora de partir, la dura y fría hora
que la noche sujeta a todo horario.

El cinturón ruidoso del mar ciñe la costa.
Surgen frías estrellas, emigran negros pájaros.

Abandonado como los muelles en el alba.
Sólo la sombra trémula se retuerce en mis manos.

Ah más allá de todo. Ah más allá de todo.
Es la hora de partir. Oh abandonado.